Casi todos los jardineros cultivan una cosecha caprichosa en su sitio.
No es necesario hablar mucho sobre los beneficios de la pimienta; mucha gente lo sabe. El pimiento dulce es fuente de vitaminas y un poderoso antioxidante natural, fortalece el sistema inmunológico y es bueno para los vasos sanguíneos.
Para que el pimiento se vuelva jugoso, grande y azucarado, es necesario evitar cometer errores primitivos en el cuidado.
Uno de los errores típicos es plantar pimientos en campo abierto demasiado pronto.
Si se apresura a plantar pimientos en camas abiertas y el aire no se ha calentado a un mínimo de 20 grados, se puede esperar un retraso en el desarrollo y una escasez de cosecha.
Los invernaderos son adecuados para la siembra temprana de pimientos.
A los pimientos les encanta el agua, pero muchos literalmente inundan los lechos con la esperanza de obtener más frutos. El exceso de humedad está contraindicado para los pimientos, al igual que regar con agua fría del grifo.
Riegue adecuadamente los pimientos mediante riego por goteo. De esta forma podrás obtener una gran cosecha de frutos dulces y grandes.
El riego frecuente está justificado si el suelo es arenoso o en climas cálidos cuando se seca rápidamente.
La aplicación inadecuada de fertilizantes es perjudicial para las plantas. Se añaden nitrógeno, potasio y fósforo una vez cada 7 a 10 días en cantidades moderadas.