Es difícil imaginar una cabaña de verano donde no se cultiven patatas. Aún así, a todo el mundo le gusta esta verdura y sirve de base para preparar una amplia variedad de deliciosos platos.
Pero, ¿cómo conseguir que la cosecha te sorprenda gratamente por su cantidad? Aquí todo es sencillo. Los jardineros experimentados recomiendan utilizar fertilizantes.
Los excrementos de pollo servirán. Satura las plantas con elementos útiles, tiene un efecto positivo sobre el estado del suelo y mejora su fertilidad.
El producto se puede aplicar como aderezo de raíces mientras se cultivan patatas y también se puede incorporar al suelo durante la excavación en el otoño. En la primera opción, es mejor utilizar fertilizante líquido dos o tres veces por temporada.
Preparar el fertilizante es sencillo. Se deben diluir 500 g de estiércol de pollo en 10 litros de agua. Una vez que la solución esté bien mezclada, debe reposar durante aproximadamente 4 a 5 días. Antes de usar, colar el producto y luego diluirlo con agua en una proporción de 1 a 5.
Antes de esto, las camas deben regarse con agua limpia.
Cada arbusto adulto requiere 1 litro de alimentación.