El calcio es uno de los tres principales nutrientes de los que depende el crecimiento, desarrollo y productividad de los cultivos de hortalizas.
Todo el mundo sabe que su deficiencia se puede compensar alimentándola con cáscaras de huevo. Sólo es bueno si hablamos de escasez, porque un exceso del aditivo también es peligroso.
Vale la pena entender que la deficiencia de microelementos afecta el desarrollo de las raíces y se manifiesta principalmente en las plantas jóvenes.
Los signos pueden incluir manchas marrones, brotes curvados o doblados. Si no responde, los nuevos brotes de la planta comenzarán a morir.
Además, vale la pena prestar atención a:
Si no se toman medidas, pronto se desarrollará la pudrición apical (en tomates), las frutas comenzarán a secarse (en pepinos) y los tejidos comenzarán a morir (en patatas).
En este caso, no se pueden evitar los problemas con la absorción de hierro y manganeso, nitrógeno, boro y potasio, lo que de por sí conlleva nuevos problemas y dificultades.
También se puede observar el desarrollo de clorosis intervenal y un rápido envejecimiento del arbusto.