Las orquídeas son plantas modernas, delicadas e increíblemente hermosas que se encuentran en casi todos los hogares.
Todo el mundo sabe que la flor no tiene pretensiones, pero sigue siendo bastante caprichosa y requiere un cuidado delicado.
Se trata de atención y apoyo adecuados. Para que la flor crezca sana y fuerte, no debes gastar dinero en fertilizantes costosos, y siempre son útiles.
La mejor forma de alimentar a una orquídea es con peróxido de hidrógeno. Se debe diluir con agua para regar la planta.
El peróxido de hidrógeno es un estimulante, por lo que no tiene un efecto acumulativo que pueda dañar a la orquídea.
Cuando se mezcla con agua, la satura con hidrógeno y luego se descompone en oxígeno y agua.
Esto satura la planta con oxígeno, promueve raíces sanas y estimula la aparición de más cogollos.
Ingredientes:
Esta alimentación es relevante durante la floración, durante el período de crecimiento de las hojas y para otras plantas de interior. Sin embargo, no debemos olvidarnos de los fertilizantes; en conjunto el resultado será mejor.