Al ver los pulgones posándose en los arbustos de grosella, cualquier jardinero puede entrar en pánico, lo cual no es sorprendente: hordas de estos insectos pueden destruir completamente las plantaciones.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea Belnovosti, agrónoma y paisajista, nos explicó qué señales se pueden utilizar para reconocer un peligro inminente.
En primer lugar, conviene alertarse por la aparición de hojas con hinchazones rojas, así como por hojas rizadas y secas.
Una señal alarmante son las ramas con crecimientos de color marrón rojizo, así como una apariencia debilitada de la planta en su conjunto.
Para combatir el parásito también funcionarán medios industriales como Aktara, Aliot, Batrider, Intavir o Karbofos y métodos populares.
Si hablamos de este último, el método a base de amoníaco ha demostrado ser especialmente bueno.
Para 10 litros de agua tibia necesitarás entre 30 y 40 ml de amoníaco al 10%.
Además, se deben añadir al balde con la solución unos 40 g de jabón para lavar rallado o 2-3 cucharadas de jabón líquido.