Hasta la fecha, ni una sola preparación industrial puede proteger completamente a los tomates del tizón tardío ni curar los enfermos.
Además, no se han desarrollado variedades resistentes a la enfermedad. Sin embargo, los veraneantes no se dan por vencidos y siguen inventando sus propios métodos para combatir la “infección”.
Estos son los métodos de prevención o protección que utilizan las personas.
Si diluye 1 litro de producto lácteo fermentado con 9 litros de agua, la solución resultante se puede utilizar para el tratamiento preventivo de las plántulas. La composición es igualmente buena para regar y procesar en hojas.
El yodo se usa con leche. Para preparar la composición de trabajo, agregue una cucharada de leche y 15 gotas de yodo a un balde de agua.
Los ingredientes se mezclan y la solución terminada se usa para tratar las hojas.
Y una opción más para utilizar yodo, pero solo en su forma pura.
Para ello, agregue 4 gotas de yodo a 10 litros de agua. La solución se utiliza para riego.
Vale la pena recordar que los remedios caseros no son una panacea, sino sólo una medida preventiva. Se consideran eficaces sólo si los tratamientos se llevan a cabo respetando determinados intervalos de tiempo.