Los jardineros creen que saben cómo cultivar adecuadamente la remolacha en sus parcelas.
Sin embargo, tenemos que afrontar una serie de problemas: las remolachas son leñosas, no jugosas y rápidamente se vuelven negras por dentro.
Los consejos prácticos al alcance de todos le ayudarán a afrontar tal flagelo.
¿Qué falla en el cultivo de remolacha y por qué deja de ser apta para la alimentación?
La remolacha se conoce desde hace mucho tiempo y es uno de los cultivos favoritos en nuestra mesa. Pero necesitas conocer algunas características.
La mayoría de las variedades de remolacha, y no importa cuáles sean, las antiguas como "Bordeaux" o "Pablo", las variedades más modernas, germinan a bajas temperaturas, pero pueden comenzar a marchitarse en lugar de los cultivos de raíces. Y para el verano, no aparecerá un cultivo de raíces, sino una flecha y semillas.
La calidad de los cultivos de raíces se ve afectada por la composición del entorno del suelo. La remolacha de mesa responde bien al encalado. Por eso, las hileras se espolvorean con ceniza y harina de dolomita, tiza o cal.
Después de la germinación y la aparición de las primeras hojas, la remolacha responde a la fertilización con nitrógeno: estiércol de pollo, salitre y otros fertilizantes, así como al compost: 1 cucharada de hierba por cubo de agua y agua.