Los jardineros compran juegos de cebollas con anticipación, para que luego, antes de plantar, no les queden semillas que no sean de la mejor calidad.
Pero cuando llega el momento de la siembra, a la semilla le puede pasar cualquier cosa y, en el mejor de los casos, simplemente se puede comer.
Te contamos cómo elegir las semillas de cebolla y cómo conservarlas hasta que acaben en la tierra.
El diámetro óptimo del bulbo para plantar es de 14 a 21 mm. Este es el tamaño recomendado para la siembra de primavera. Al sembrar bulbos más pequeños, no se puede contar con una cosecha completa. Se dejan muestras más pequeñas para la siembra de invierno. Las cebollas grandes se utilizan para cultivar verduras.
En primer lugar, debe ser una cebolla seca, cuyas escamas superiores se puedan separar fácilmente.
En segundo lugar, las semillas deben ser densas y fuertes. Si los bulbos están lentos, lo más probable es que hayan comenzado a deteriorarse y no sobrevivirán hasta el momento de la siembra.
En tercer lugar, no debe haber brotes ni raíces. Si quedan una o dos semanas antes de la temporada de siembra, entonces puedes comprar esas cebollas.
Por supuesto, la formación de moho, manchas y otros daños en las semillas es inaceptable.
1. Temperatura. Está permitido almacenar semillas de cebolla a una temperatura que no exceda los 15 grados centígrados. Cuanto más tiempo las guardes, más fría debe estar en la habitación donde se almacenan las semillas.
2. La habitación debe estar seca y oscura, y las cajas u otros contenedores deben proporcionar ventilación normal.
3. Si coloca los conjuntos de cebollas en bolsas de plástico antes de plantar, la condensación puede hacer que los bulbos se deterioren en el momento de la plantación.