Muchos jardineros novatos se quejan de que la orquídea es una flor caprichosa que no se puede conservar hasta la siguiente floración después de la compra.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea Belnovosti, científica, agrónoma y paisajista, cree que las orquídeas son flores muy tenaces y los errores de los jóvenes criadores las destruyen.
En el suelo, las raíces de la orquídea no están lo suficientemente ventiladas y se pudren.
En su lugar, conviene preparar un sustrato especial, que puede consistir en fragmentos de corteza, arcilla expandida, trozos de arcilla quemada, fibras de coco y carbón.
Las raíces de la orquídea, junto con la parte aérea, participan en el proceso de fotosíntesis.
Si la maceta es opaca faltará luz, lo que a su vez provocará falta de nutrientes.
No creas que una planta “agotada” necesita alimentación. En primer lugar, la orquídea está sometida a estrés debido a un cambio de hábitat y, en segundo lugar, la flor ya ha recibido algún tipo de nutrición en el invernadero (tienda).
En cambio, después de trasplantar a tierra nueva, espere hasta que la flor haya florecido y solo entonces podrá configurar su sistema de fertilización.