En invierno, es mejor posponer un procedimiento; de lo contrario, las flores de interior no lo deleitarán con hermosas flores.
Al final del invierno, los floricultores y veraneantes están llenos de entusiasmo, porque se avecina una nueva temporada. En esta ola, muchos cometen un error ofensivo.
Un error de cálculo no provocará la muerte de la flor, pero sus propiedades decorativas se verán muy afectadas.
A menudo, los jardineros tienen prisa por podar. Algunos lo celebran ya en febrero.
Las horas de luz todavía no son tan largas como en marzo o abril, lo que tiene consecuencias negativas para la planta.
Los brotes jóvenes sin suficiente iluminación se estirarán y se volverán delgados, frágiles y feos.
Pero esto no significa que no sea necesaria la poda. Este es un procedimiento importante que se lleva a cabo para mejorar las cualidades decorativas de la planta.
Es mejor cortar todas las flores de las plantas de interior a finales de febrero. Los geranios, dracaena, dieffenbachia, ficus e hibiscos necesitan principalmente poda.