Al cultivar hortalizas en una parcela, cada residente de verano quiere obtener una cosecha excelente que lo deleite durante mucho tiempo. ¿Lo que deseas siempre se hace realidad?
Por eso, conviene recordar 6 errores a la hora de cultivar hortalizas que comete mucha gente.
¿Quién selecciona el suelo para el cultivo de plántulas de hortalizas? Mucha gente piensa que la tierra de jardín común es adecuada y que si aplica fertilizantes básicos, puede obtener una excelente cosecha. Aquí estamos hablando de un error clave, porque la tierra del jardín definitivamente no debe usarse para cultivar plántulas.
La razón es que dicho suelo puede contener larvas de plagas o microorganismos peligrosos. Para las plántulas, tiene sentido utilizar únicamente sustrato desinfectado. Puedes comprarlo en tiendas especializadas o prepararlo tú mismo; no debería haber ningún problema especial.
Encontrar un término medio para iluminar las plántulas de hortalizas es bastante difícil. Si hay muy poca luz, las plántulas no se desarrollarán normalmente. El exceso de luz tiene un efecto secundario, ya que las plántulas empezarán a estirarse y el tronco se adelgazará. Esto también provocará la muerte de las plántulas. Es importante entender una regla simple: cada cultivo requiere cierta iluminación.
Un error típico de muchos veraneantes es tener prisa y olvidarse por completo de la racionalidad.
Si consideramos los pepinos, calabacines o calabazas, pueden morir incluso por pequeños cambios de temperatura. Debes comenzar a plantarlos solo cuando el suelo se haya calentado bien. También existe el peligro de plantar demasiado tarde, ya que el suelo puede secarse demasiado y causar otros problemas.
Las verduras necesitan un riego adecuado. La mayoría de los residentes de verano se adhieren a la siguiente tecnología: más humedad, mejor. Este es un error típico, porque cada cultura merece un enfoque individual. Puedes recordar algunos consejos básicos.
Cada cultivo tiene ciertas reglas de riego que deben seguirse estrictamente.
Si la parcela es pequeña, algunos veraneantes deciden plantar cultivos a una distancia mínima entre sí. Esta decisión parece lógica, pero en la mayoría de los casos dicha plantación afectará la calidad de la cosecha.
Las hortalizas no producirán una buena cosecha si crecen en condiciones de hacinamiento. Además, la falta de espacio aumenta significativamente la probabilidad de desarrollar diversas enfermedades fúngicas. Y si ya se han plantado hortalizas a corta distancia, tiene sentido aumentar la fertilización para que tengan suficiente nutrición.
Podemos hablar de las reglas de rotación de cultivos durante horas. Es importante entender un hecho simple: hay buenos y malos vecinos. Antes de plantar, conviene determinar qué predecesores son óptimos. Es inaceptable plantar un cultivo en un solo lugar durante varios años seguidos.