Cada vez más residentes de verano abandonan la siembra de plántulas en cajas pesadas y torpes en favor de varias tazas.
Algunos siembran semillas a la antigua usanza en recipientes de plástico para crema agria o yogur, otros buscan macetas de turba, no las más baratas, pero sí prácticas.
Averigüemos si es cierto que los recipientes de plástico son peores que una maceta de turba.
La gente tiene actitudes muy diferentes hacia el plástico. Todo el mundo reconoce que este material no es respetuoso con el medio ambiente. Pero esto no significa que las plántulas empeore y la cosecha sea menos útil. Es deseable que se trate de contenedores con paredes de 1 o 2 capas y que el material sea elástico. Estos vasos pueden durar hasta 5 años y resisten fácilmente la desinfección.
Los contenedores de plástico tienen pocas desventajas: para trasplantar las plántulas, es necesario retirarlas junto con un trozo de tierra. Si tienes experiencia y habilidad, no hay problema. De lo contrario, las raíces podrían dañarse.
Aquí, por extraño que parezca, también hay desventajas, si hablamos de un producto de baja calidad. Esto se aplica a los vasos cuyas paredes son gruesas y densas, como el cartón. El material debe estar suelto, de lo contrario el proceso de descomposición en el suelo llevará mucho tiempo. Si las paredes son densas, es posible que las raíces de los pimientos, las berenjenas y los pepinos no puedan soportarlas. Este problema se puede solucionar si, inmediatamente antes del trasplante, se remojan las copas de turba en agua y se hacen varios pinchazos en las paredes.
El siguiente inconveniente es el recipiente desechable. Además, debido al material poroso, la humedad se evapora intensamente, lo que significa que es necesario regar con más frecuencia junto con la pulverización. Deberá evitarse el riego excesivo de inmediato, ya que está plagado de problemas con las raíces.
La innegable ventaja de estos contenedores es la replantación sin necesidad de alterar las raíces.