Algunos veraneantes no saben cómo escapar de las babosas, mientras que otros nunca las han encontrado.
La cuestión no está sólo en la suerte de estos últimos, sino también en un secreto que muchos de ellos utilizan.
La ventaja del método es el respeto al medio ambiente y la practicidad. Puedes cultivar verduras y repeler plagas.
A las babosas les encantan las noches frescas y húmedas. En tales condiciones, están listos para "trabajar" hasta la mañana.
Los jardineros experimentados han notado que las babosas evitan los lugares donde crecen el perejil, el romero o la salvia.
Ahora mucha gente se asegura de que las babosas encuentren hierbas aromáticas por todas partes. Se plantan a lo largo del perímetro del sitio, a lo largo de las camas o entre hileras.
En este último caso, hay menos malas hierbas en el lecho del jardín y más sombra para el cultivo principal. Las hierbas picantes primero protegerán las plantaciones y luego terminarán en la ensalada.
Algunos veraneantes crean no solo una barrera aromática, sino también física. Por ejemplo, esparcen cáscaras de huevo o posos de café cerca de las camas. Las babosas no pueden arrastrarse sobre ese material, por lo que se ven obligadas a cambiar de ruta.