¿Qué jardinero no sueña con ver rápidamente brotes amigables y saludables de los cultivos que cultiva?
Si hablamos de zanahorias, entonces en este caso podrás conseguir tu objetivo utilizando el método de tu abuela, que consiste en enterrar las semillas antes de plantarlas.
Para ello, a principios de la primavera, tan pronto como la nieve comience a derretirse, se deben transferir los granos a una bolsa de tela hecha de lona o lino.
Después de eso, comience a cavar un hoyo; su profundidad debe ser de aproximadamente 30 cm.
Coloque una bolsa con material de siembra en el fondo del hoyo y entiérrela.
Asegúrese de construir un montículo de nieve encima; de esta manera las zanahorias no se congelarán y recibirán una cantidad suficiente de humedad.
No olvides marcar el lugar donde se entierran las zanahorias. De esta forma podrás encontrarlo fácilmente cuando llegue el momento de quitarle las semillas.
La excavación se realiza después de 10 a 12 días. Gracias a este sencillo método, podrás endurecer y germinar las semillas, tras lo cual estarán completamente listas para sembrar en campo abierto.