Sólo una explicación científica de por qué algunos lugares de la casa son perjudiciales para las violetas.
La razón no está ni siquiera en los lugares en sí, sino en las condiciones que allí se crean en determinadas épocas del año.
Algunos jardineros creen que las violetas y las begonias se encuentran entre las plantas que toleran fácilmente la sombra ligera.
Esta afirmación puede ser discutida. Según los expertos, la relación entre la temperatura del aire y la iluminación es importante.
Durante la estación fría, las horas de luz son cortas. Las plantas tienen una escasez grave de recursos para la fotosíntesis, razón por la cual comienzan a marchitarse.
Por lo tanto, en invierno, las violetas nunca deben estar a la sombra. Un alféizar de ventana orientado al sur es la mejor opción.
En la estación cálida se observa la situación contraria. Hay suficiente luz, a veces incluso más de la necesaria.
El sol está definitivamente contraindicado para el violeta. Durante este período, la planta se puede trasladar a la sombra sin dañarla.
Por lo tanto, una relación favorable entre la temperatura del aire y la iluminación crea excelentes condiciones para la fotosíntesis, las plantas se desarrollan correctamente, no se marchitan ni enferman.