Algunos jardineros confían en que si las cerezas dan frutos año tras año sin problemas, esto continuará durante mucho tiempo.
De hecho, esta afirmación es sólo una verdad a medias. De hecho, existe la posibilidad de que el árbol dé buenos frutos durante muchos años.
En este caso, existe la posibilidad de que el jardinero tenga que salvar la cereza de una enfermedad fúngica. Algunos veraneantes dejan de cuidar el jardín y en ese momento los microorganismos patógenos infectan los árboles.
Un solo error puede provocar no sólo la pérdida de cultivos, sino también de plantas de jardín. Por lo tanto, los jardineros experimentados recomiendan inspeccionar los árboles de vez en cuando.
Aparecen marcas negras en las hojas y bayas y los frutos se deforman. La enfermedad fúngica se desarrolla rápidamente y puede dejar el cultivo sin cultivos.
Para fines de control, se eliminan las ramas dañadas y se limpia el tronco del árbol de bayas y hojas estropeadas. Después del decapado, se tratan con fungicidas.
Las cerezas se ven afectadas por la enfermedad durante la floración. Los extremos de las ramas se secan, lo que significa el desarrollo activo del micelio. Si no se eliminan las ramas afectadas, la enfermedad acabará con la planta; solo queda cortarla y arrancarla de raíz.
Por ello, los expertos aconsejan proceder de la misma forma que con la coccomicosis: limpieza y tratamiento con fungicidas.