¿A quién no le gustan las fresas frescas y jugosas? A mucha gente le gusta mucho el sabor de esta baya. Todo veraneante que plante este cultivo en su parcela sueña con obtener una cosecha abundante y dulce.
Pero sucede que los deseos no siempre coinciden con la realidad. Para obtener frutas de muy alta calidad, es necesario hacer un esfuerzo.
Los jardineros experimentados recomiendan prestar atención a la fertilización; el rendimiento depende de ello.
También se deben utilizar fertilizantes durante la siembra. Es recomendable dar preferencia al compost o humus, además de a la ceniza.
En cada hoyo se deben colocar unos 800 gramos de fertilizante.
Si la siembra está prevista para el verano, los excrementos de pájaros y el estiércol podrido son ideales como fertilizante.
Una excelente forma de alimentar a las fresas es utilizar fertilizantes minerales. Puedes utilizar sulfato de potasio, 25 gramos son suficientes.
El otoño también es una buena época para plantar fresas. Aquí es mejor utilizar fertilizantes naturales. Por ejemplo, puedes mezclar compost o humus con la tierra. Si desea utilizar productos minerales, debe tomar 30 gramos de superfosfato y 10 gramos de cloruro de potasio por cada metro cuadrado de cama.
Además, a la hora de plantar en otoño conviene recordar el drenaje de grava y arena para evitar el exceso de humedad.