Los jardineros utilizan diversas prácticas agrícolas para minimizar las pérdidas de cultivos de fresas y cosechar bayas de alta calidad.
La práctica demuestra que, en última instancia, todos los costes se amortizan: las fresas crecen sabrosas, grandes y jugosas.
Para obtener una rica cosecha de fresas, no debes olvidarte de cubrir las camas con mantillo.
El mantillo ayuda a retener la humedad, es útil en la lucha contra las malas hierbas y se considera una barrera contra las plagas.
La principal ventaja del material es que es bastante fácil de adquirir, se considera orgánico, respira bien y deja pasar el agua.
En este caso, la paja acidifica el suelo durante el proceso de descomposición.
Se consideran el mejor material para triturar fresas. El aserrín se encuentra en una capa uniforme, refleja perfectamente los rayos del sol, retiene la humedad y mejora el suelo.
El aserrín puede absorber nitrógeno, por lo que es mejor utilizar aserrín viejo como mantillo.
Es costumbre cubrir los lechos de fresas con abono, que retiene bien la humedad, inhibe el crecimiento de malezas, se considera un fertilizante útil y mejora el suelo.
El abono puede elevar la temperatura del suelo y, si no se prepara correctamente, se convertirá en una fuente de enfermedades y malezas.