Para que las remolachas y las zanahorias crezcan dulces, es necesario cumplir con ciertas reglas para el cuidado de estos cultivos.
Antes de sembrar remolachas y zanahorias, no es necesario agregar fertilizantes orgánicos al suelo, especialmente estiércol fresco.
Esto aumentará el nivel de nitrógeno, luego las verduras sabrán a yodo, el color no será natural y la apariencia será torpe y retorcida.
Estos dos cultivos aman la buena luz, por eso se siembran al sol.
La replantación en la misma zona sólo es posible después de tres años.
En el sitio se pueden plantar guisantes, patatas tempranas, pepinos y cebollas, y después de ellos, el año que viene se pueden sembrar remolachas y zanahorias.
A estas dos verduras les gusta la tierra neutra. Si es ligeramente ácido, el contenido de azúcar en la fruta disminuirá.
El encalado es necesario para neutralizar el ácido. Esto se hace en otoño, una vez cada 6 a 8 años.
Necesitará entre 0,3 y 0,5 kg de cal por 1 metro cuadrado, que debe esparcirse en el sitio y mezclarse con la tierra con un rastrillo.
También es necesario alimentar estos dos cultivos.
En verano, puede agregar una solución de nitroamofoska: 30-40 gramos por 10 litros de agua. Riegue el espacio entre hileras con 2-3 litros de solución y luego con agua corriente. En agosto, las zanahorias y las remolachas deben alimentarse con microfertilizantes que contengan manganeso y boro.
Luego, los tubérculos se enriquecerán con vitaminas y azúcar. Para 10 litros de agua, debe agregar 1 cucharadita de boro y manganeso, y luego verter la solución entre las filas, después de lo cual se riega con agua corriente.
La ceniza de madera también contiene boro, manganeso, micro y macroelementos.
Es necesario agregar medio vaso por metro y nivelarlo con la tierra, luego regar. Remolachas como sal de mesa o marina.
Durante la temporada de crecimiento, se alimenta con solución salina al menos tres veces.
Para ello, agregue de 10 a 15 gramos de sal a 10 litros de agua. El riego se realiza a razón de 5 litros por 1 metro cuadrado.
Las zanahorias se fertilizan a finales de agosto con ácido bórico. Agregue 1 cucharadita de boro a 1 litro de agua caliente y luego diluya la solución con 10 litros de agua. Espere hasta que se enfríe por completo y luego rocíe las plantas.