El compost no es sólo un fertilizante para futuras plantaciones, sino también un ambiente confortable para diversos seres vivos. Estos no son solo microorganismos invisibles a la vista, sino también varios insectos, gusanos y otros.
No se puede llamar plaga a todos, porque sin algunos el proceso de maduración del compost es imposible.
No causan ningún daño especial al fertilizante, sino que, por el contrario, ayudan a que la materia orgánica restante se descomponga más rápidamente. Y, sin embargo, estos ayudantes no tienen nada que hacer en los parterres del jardín. Las cochinillas pueden dañar las raíces y el follaje de la remolacha, las legumbres y otras verduras.
Estos son mensajeros de que la descomposición de la materia orgánica se ha ralentizado. Tendrás que aumentar la temperatura dentro del hoyo (hasta 49 grados centígrados).
Por ejemplo, puede añadir harina de sangre, conchas de marisco o estiércol.
Por supuesto, no puedes capturarlos manualmente. A los jardineros aún no se les ha ocurrido nada más, cómo esparcir el fertilizante en una capa delgada sobre una lona, esperar hasta que se seque y los insectos se escapen.
Puede tamizar el compost a través de un colador grande en una carretilla de jardín y destruir todas las plagas que encuentre, lo que también mejorará las características de calidad del fertilizante.
Los únicos habitantes del montón de abono que no se deben tocar son las lombrices de tierra. Esta es una señal segura de que el fertilizante está 100% listo para su uso.