Al cultivar cualquier planta en una parcela, no solo desea obtener una cosecha abundante, sino también segura.
Para lograr este objetivo, la mayoría de los jardineros utilizan métodos de alimentación tradicionales que dan excelentes resultados.
Sin embargo, a veces se pueden cometer errores que perjudican la futura cosecha.
Algunos métodos tradicionales reducen la eficacia del producto, mientras que otros pueden dañar gravemente las plantas.
Este fertilizante se utiliza en todas partes, considerándolo un remedio popular y seguro. Sin embargo, esta es una idea errónea.
El estiércol no podrido puede dañar gravemente los cultivos. Quemará las raíces debido al sobrecalentamiento durante la descomposición.
Sólo los pepinos pueden soportar esto. También contiene una gran cantidad de nutrientes, cuyo exceso provoca una inhibición del crecimiento de las plantas.
Alimentar las plantas con boro estimula la fructificación. Los tomates y los manzanos son especialmente sensibles al boro. Al usarlo, debe cumplir con estándares de dosificación claros: 0,5 cucharaditas. Ácido bórico por 10 litros de agua.
Los tomates se rocían dos veces por temporada: al comienzo de la floración y 21 días después. El boro tiene la capacidad de acumularse en las frutas y es perjudicial para la salud humana en grandes cantidades.
Este es uno de los métodos de alimentación más populares que aumenta la actividad de crecimiento de las plantas. Sin embargo, el uso excesivo de amoníaco provoca un exceso de nitrógeno, lo que provoca que el fruto se agote.
La hierba se vierte con agua y se deja reposar durante 5 a 7 días para que fermente. Esta fertilización aumenta la actividad de crecimiento de las plantas, las hojas se vuelven grandes y oscuras.
Estos cambios se producen debido al alto contenido de nitrógeno que se produce durante el proceso de descomposición de la vegetación. Sin embargo, no se debe permitir un exceso de nitrógeno, de lo contrario se formará una gran cantidad de nitratos en los frutos y las hojas.
Por lo tanto, es posible alimentar a las plantas con fermentación solo en la primera mitad del verano, no más de una vez cada 14 días.
Se trata de una gruesa capa de hierba fresca que se calienta a medida que se pudre. Este no es un fertilizante, pero también libera una gran cantidad de nitrógeno porque fertiliza la fruta.
Este ingrediente contiene mucho fósforo. Los jardineros añaden fertilizante a las plantas sin escatimar. Sin embargo, una cantidad excesiva de fósforo debilita las plantas, el desarrollo de las raíces se vuelve más lento y, por lo tanto, la cosecha no será abundante.
La levadura estimula bien el crecimiento, especialmente en los pepinos. Sin embargo, el uso excesivo de dichos fertilizantes puede provocar la caída de las flores y el crecimiento de la propia planta.
Los métodos tradicionales de alimentación de las plantas aumentan la productividad y protegen contra enfermedades. Solo necesitas seguir las reglas y recomendaciones para su uso.