Todos los tipos de rosas requieren poda en otoño. Esto fortalecerá la inmunidad de la planta y aumentará su resistencia a las heladas.
Las ramas jóvenes recibirán más luz solar y aumentará la circulación de aire en el arbusto, lo que reducirá el riesgo de contraer enfermedades fúngicas.
Después de la poda, los arbustos compactos se pueden cubrir bien para una invernada segura.
Vale la pena podar no solo los adultos, sino también los arbustos jóvenes plantados en primavera.
Es necesario adoptar un enfoque preciso y equilibrado para podar los rosales y determinar el momento adecuado.
Ya no es posible podarlos justo antes de las heladas.
Pero no debes hacerlo demasiado pronto, porque esto puede estimular el crecimiento de nuevas ramas jóvenes, que simplemente se congelarán en invierno. Es recomendable podar los rosales cuando el frío se prolonga durante mucho tiempo.
Para hacer esto, tome unas tijeras de podar afiladas y limpias, una sierra de jardín y unas tijeras.
Eliminar:
• ramas secas y dañadas;
• ramas jóvenes e inmaduras;
• sucursales de 3 años;
• quitar las ramas que engrosan la planta, también las viejas;
• eliminar las inflorescencias y los brotes que no se hayan desarrollado completamente; a una distancia de unos 5-6 mm, haga un corte por encima del brote más cercano.
Deje sólo 4-5 ramas fuertes y sanas en el arbusto.
Después de la poda, use barniz de jardín o carbón para tratar los cortes y prevenir infecciones. Retire todos los restos de plantas del sitio y destrúyalos.
Los rosales trepadores también se podan, pero no mucho. Quita las ramas jóvenes, viejas y enfermas para que la planta se sienta bien en invierno.
Después de la poda sanitaria, cubra la rosa y podela en primavera, formando un arbusto lujoso.