Mucha gente cultiva rosas de interior, pero a menudo hay situaciones en las que las hojas comienzan a ponerse amarillas.
Vale la pena entender por qué sucede esto y cómo corregir la situación.
Vale la pena señalar que el follaje puede volverse amarillo incluso por razones inofensivas. El arbusto crece, envejece y algunas partes comienzan a morir gradualmente.
Este proceso comienza en otoño e invierno. Pero es importante prestar atención a cómo exactamente se vuelven amarillas las hojas. Si el proceso es gradual y selectivo, entonces no hay motivo para entrar en pánico. Es malo si las hojas comienzan a ponerse amarillas en masa.
Hay varias situaciones a las que vale la pena prestar atención.
Inicialmente, conviene comprobar las condiciones en las que se cultivan las rosas. A menudo hay situaciones en las que el color amarillento se debe a cambios bruscos de temperatura, alta humedad o iluminación insuficiente.
Puedes crear condiciones ideales para el crecimiento, pero las rosas seguirán volviéndose amarillas. En este caso, se deben tener en cuenta los errores típicos de cuidado.
Se debe prestar especial atención a la fertilización. Si los hace incorrectamente, los problemas se manifestarán con el tiempo.
Como muestra la práctica, el color amarillento puede deberse a un exceso o falta de fertilización.
La forma más sencilla de reconocer la falta de nitrógeno es. Se manifiesta de la siguiente manera: los brotes jóvenes se vuelven pálidos y su tamaño es pequeño. La falta de nitrógeno puede durar mucho tiempo, por lo que cada jardinero puede tener tiempo para tomar las medidas adecuadas.
Las rosas de interior necesitan los siguientes microelementos:
Puedes utilizar fertilizantes complejos. También vale la pena controlar la acidez del suelo. Si es alto, puedes añadir ceniza de madera o materiales similares.
Las plagas más peligrosas incluyen:
Las rosas de interior suelen ser atacadas por pequeñas plagas que pueden pasar desapercibidas durante mucho tiempo. Si tiene alguna sospecha, debe examinar cuidadosamente el arbusto.
Las rosas de interior pueden ser susceptibles a las siguientes enfermedades:
También pueden ocurrir enfermedades fúngicas. Se recomienda utilizar preparados industriales para su procesamiento. Es mejor abandonar los métodos tradicionales porque no demuestran la eficacia adecuada.