El rábano es uno de los cultivos más comunes.
Da la sensación de que no hay nada complicado en plantarlo, pero aquí no todo está nada claro.
Por lo tanto, vale la pena averiguar cuándo comenzar a plantar en primavera y qué características se deben tener en cuenta.
El rábano se puede llamar un cultivo resistente al frío. A pesar de esto, la temperatura juega un papel clave. Apresurarse a plantar puede provocar que los rábanos no se desarrollen adecuadamente, lo que hace que su rendimiento disminuya.
Hay varias condiciones para un cultivo exitoso.
Las condiciones para cultivar rábanos son bastante sencillas, pero siempre debes prestar atención a los detalles para conseguir excelentes resultados.
Las semillas en el suelo pueden tolerar una caída de temperatura a corto plazo de hasta -5 grados. Vale la pena destacar aquí la palabra “corto plazo”. Hay varias razones por las que se deben cultivar rábanos en primavera:
Las semillas comienzan a germinar a una temperatura de +5 grados. La temperatura óptima para el crecimiento de los rábanos es de 18 grados.
Si la temperatura es más baja, los rábanos seguirán desarrollándose, pero este proceso será más lento.
Entre las variedades más populares se encuentran:
A la hora de elegir una variedad, debes prestar atención a sus características. Mejor aún, utilice variedades de rábano diseñadas para crecer en una región específica.
Los preparativos para la siembra deben comenzar en el otoño, pero mucha gente lo olvida. El hecho es que los rábanos deben plantarse temprano y preparar el jardín durante este período no será tan fácil. En otoño conviene añadir humus o compost al suelo. También puedes aplicar fertilizantes minerales:
1) salitre;
2) sulfuro de potasio;
3) superfosfato y otros.
Para ayudar a que el suelo se caliente más rápido en la primavera, el lecho se puede cubrir con agrofibra.
Mucha gente planta cultivos en surcos. La profundidad de los surcos es de 2-3 centímetros; se debe hacer un intervalo de al menos 15 centímetros entre hileras. Las semillas deben colocarse en suelo húmedo, vale la pena vigilarlo. Si no hay suficiente humedad, puedes regarla.
También vale la pena prestar atención a las condiciones climáticas. Si pronto se producirán heladas severas, la cama se puede cubrir con una película para protegerla. También se debe utilizar refugio en climas ventosos.