Thuja se cultiva con mayor frecuencia para decorar el área local. La planta no tiene pretensiones, pero también necesita cuidados.
Se debe regar, podar, desherbar y fertilizar a tiempo.
El cuidado adecuado hará que la planta sea fuerte y exuberante.
Primero debes identificar qué microelementos necesita más la planta. Para ello, preste atención a su apariencia.
Con falta de magnesio y potasio, la parte superior comienza a ponerse amarilla.
Si no hay suficiente hierro, algunos brotes primero se vuelven amarillos y luego se vuelven cada vez más claros.
La falta de fósforo se indica por las agujas en los extremos de las ramas, que se vuelven marrones y rojas.
Para elegir el fertilizante adecuado, se debe tener en cuenta la edad de la planta, el estado del suelo y el momento de la fertilización. Se pueden utilizar varios fertilizantes.
Thuja se alimenta con fertilizantes orgánicos: turba, estiércol y varios tipos de compost. También son adecuados los abonos verdes, que aumentan la fertilidad del suelo.
Puede alimentar a la thuja con fertilizantes de potasio (sales y cloruro de potasio) para fortalecer las puntas moribundas de las ramas.
Para alimentar las plántulas debilitadas o acelerar el desarrollo de las plantas, se utilizan fertilizantes nitrogenados.
La mayoría de los jardineros se inclinan por utilizar este tipo de fertilizantes, ya que a la planta le resulta más fácil tolerar una dieta equilibrada. Gracias a esto, la thuja crecerá bien y su corona se volverá exuberante.
Se añaden para saturar el suelo con microelementos útiles.
Lo mejor es utilizar este tipo de alimentación un año después de plantar la thuja. Si no alimentaste la planta en primavera, debes hacerlo en verano.
Para hacer esto, debes rociar la planta. Se deben elegir fertilizantes de potasio y fósforo. También son adecuados los siguientes fertilizantes: superfosfato, preparaciones complejas, sulfato de potasio.