A menudo, los residentes de verano se enfrentan a una situación en la que parece que ha llegado el momento de cosechar fresas, pero en las camas solo hay arbustos desnudos.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación online Belnovosti, agrónoma y paisajista, explicó a qué podría deberse este comportamiento cultural.
Las heladas primaverales regulares pueden hacer que un jardinero pierda su primera cosecha de fresas.
Las flores amarillentas o ennegrecidas que se encuentren después de una noche fría deben retirarse y esperar lo mejor.
El exceso de nitrógeno es uno de los factores por los que no se obtendrá una cosecha abundante. Un error relacionado con la aplicación de fertilizantes se puede reconocer por las hojas de color verde brillante en primavera.
La falta de fertilizantes, en particular de boro, tampoco augura nada bueno.
La acidez normal del suelo para las fresas es un pH de 6,0 a 6,5. Un aumento de este indicador impide que la planta absorba agua y, en consecuencia, nutrientes.
Para reducir la acidez se suele utilizar ceniza de madera o harina de dolomita.