Para obtener frutos de pimiento jugosos y sabrosos, conviene conocer las complejidades de su cultivo.
Después de trasplantar el pimiento a un lugar permanente, riégalo inmediatamente. La siguiente humectación se realiza a los cinco días.
En climas cálidos, los pimientos se riegan cada diez días hasta que se cosechan los primeros frutos.
Luego se suspende el riego y se reanuda después de que aparecen nuevas flores.
Solo es necesario alimentar al pimiento tres veces: potasio, fósforo y nitrógeno.
La primera alimentación se realiza dos semanas después de plantar las plántulas. La segunda alimentación es cuando aparece el ovario.
El tercero, quince días después del segundo. La pulverización se realiza con productos que contienen boro, esto es para un mejor crecimiento del fruto.
No olvides sombrear los pimientos.
Quitar la yerba cuando ya esté interfiriendo en el crecimiento de los pimientos.