Todos los jardineros saben que una orquídea requiere mucha atención y esfuerzo para florecer.
Ofrecemos varios métodos probados en la práctica que serán útiles para cultivar dicha planta.
La maceta para orquídeas tiene muy buen drenaje, lo que provoca un rápido drenaje del agua y una cantidad insuficiente de agua para saturar las raíces. Preste atención al color de las raíces; si no son de color verde claro, entonces se trata de falta de humedad.
Para solucionar este problema, coloca la maceta en un recipiente lleno de agua, déjala por 10 minutos, luego agrega más agua y no toques por otros 10 minutos.
Luego retira la flor y deja escurrir el agua. Colócalo en su lugar habitual y déjalo reposar durante 2 semanas. Después de medio mes, se puede repetir el procedimiento.
Crea una situación estresante para la flor dejándola sin regar. Sin embargo, aborde este método con prudencia.
Si en condiciones normales la planta se regó una vez por semana, entonces 2 semanas sin riego serán suficientes.
Cambia la ubicación de la flor. Muévase a otra habitación o a un lugar donde la temperatura difiera entre 2 y 3 grados de la temperatura habitual.
Después de regar, espere hasta que se escurra el agua y traslade la flor a un lugar oscuro durante 2 semanas.
Después de 14 días, retira la orquídea, riégala y colócala en el lugar más luminoso de la ventana.
Hacer una solución de 1 tableta de ácido succínico por medio litro de agua. Rocíe toda la orquídea junto con la tierra durante 2 semanas.