Muchos residentes de verano no pueden conservar la cosecha de ajo incluso hasta el Año Nuevo, y mucho menos durante un período más largo.
Por razones desconocidas, los dientes que se dejan almacenados comienzan a ponerse negros y a secarse, perdiendo peso.
Para evitar enfrentarse a este problema, utilice tres trucos populares entre los jardineros expertos, a los que recurren para no perder el ajo recogido en su parcela.
Quizás el factor principal que influye en la duración de las verduras es la temperatura de la habitación.
Los valores óptimos para conservar el ajo se encuentran entre 3 y 5 grados centígrados.
El ajo no estará protegido del deterioro incluso a bajas temperaturas si el lugar donde se dejó está mal ventilado.
Si no puede encontrar un rincón apartado en el apartamento con buena ventilación y una temperatura adecuada, use arena seca; debe colocar las cabezas de ajo en ella después de haberlas desenterrado.