En tecnología agrícola no hay bagatelas ni procedimientos que sean de importancia secundaria. Por lo tanto, habiendo elegido una plántula de manzano fuerte, es demasiado pronto para contar con una cosecha rápida y rica.
Mucho a este respecto depende de qué tan correctamente se plantó el manzano. Y aquí hay muchos matices.
La siembra incorrecta puede considerarse un gran error y consiste en un hoyo mal preparado, no aplicar fertilizante durante la siembra, profundizar el cuello, etc.
1. Hay un punto importante al que los jardineros novatos generalmente no prestan atención. Al cavar un hoyo, la capa fértil superior debe eliminarse en una dirección y la capa más profunda y menos fértil en la otra.
2. Se debe aflojar el fondo del hoyo, colocar el drenaje con ladrillos triturados o cáscaras de nueces, después de lo cual el hoyo se llena hasta la mitad con tierra fértil y una composición de nutrientes para que se forme una colina en el centro.
3. La mezcla nutricional se prepara previamente mezclando:
Una vez instalado el futuro soporte al que se atará el manzano, se coloca una plántula en el centro de la colina. Se deben enderezar las raíces, después de lo cual se agrega la mezcla de nutrientes restante y la tierra. Es importante colocar el cuello de la raíz de modo que no esté a más de 2-5 cm del suelo.
Después de plantar, puede compactar ligeramente el suelo, verter entre 15 y 20 litros de agua debajo del árbol, agregar mantillo de humus y atar la plántula.
Después de tal siembra, no hay necesidad de preocuparse por la cosecha futura.