Por qué no se pueden plantar ajos sobre fresas: observaciones de quienes lo han comprobado por propia experiencia

02.01.2023 04:30
Actualizado: 13.04.2023 05:10

Plantar ajo sobre fresas es una técnica popular que practican muchos jardineros.

El ajo repele las plagas y suprime el desarrollo de enfermedades en las fresas.

Plantar estos dos cultivos juntos le permitirá ahorrar espacio en el jardín y, al mismo tiempo, obtener una cosecha decente.

Pero algunos veraneantes, después de haber probado esta combinación una vez, la rechazan para siempre.

A continuación se presentan sus observaciones que ayudarán a los principiantes a aprender de la experiencia de otras personas sobre las deficiencias del método.

fresa
Foto: © Belnovosti

Primera observación: problemas con el riego.

En primavera y principios de verano todo va bien: las fresas y el ajo necesitan humedad, por lo que se pueden regar. Pero más cerca de mediados del verano la situación cambia.

El ajo está entrando en la etapa de maduración, y en este momento no se debe regar, ya que las cabezas comenzarán a pudrirse y no se almacenarán bien.

Al mismo tiempo, las fresas se están recuperando de la fructificación y se están colocando botones florales para el próximo año. Si es una variedad remontante, sigue dando frutos. Los arbustos de bayas necesitan abundante riego. Tienes que sacrificar algo. O ajo o la futura cosecha de fresas.

Observación dos: problemas con la fertilización

Mientras las fresas se cuajan y se llenan de bayas, el ajo desarrolla activamente su masa verde. Necesita fertilización con nitrógeno y los arbustos de bayas necesitan fertilización con potasio. Si las fresas reciben mucho nitrógeno en este momento, las bayas se volverán desagradables. Si el ajo recibe poco nitrógeno, esto afectará el rendimiento, ya que no podrá desarrollar un buen aparato foliar.

Mientras el ajo entra en la fase de maduración, no solo se debe regar, sino también alimentar. Y las fresas necesitan una buena alimentación, ya que esta es la clave para una fructificación abundante el próximo año.

Observación tres: daño a las raíces

A mediados del verano llega el momento de cosechar el ajo. No se puede sacar porque los cabezales no se almacenan bien después de dicha limpieza. Las raíces se adhieren firmemente al suelo, por lo que cuando se arrancan, el fondo se daña y esto reduce la calidad de conservación.

El ajo debe desenterrarse con una pala, lo que daña las raíces de las fresas. Y durante este período, debe abastecerse de nutrientes tanto como sea posible y recibir mucha agua. Y el daño a las raíces altera su capacidad de absorción.

Basándonos en estas observaciones, podemos concluir que plantar estos dos cultivos juntos tiene importantes desventajas. ¿Cuándo se puede recurrir a esta práctica agrícola? Si no dedicas tiempo a abonar y regar, y el jardín “crece solo”, esta combinación será una excelente opción. Inicialmente también debes plantar las fresas a una distancia suficiente para que haya suficiente espacio para el ajo entre las hileras.

Autor: Elena Gutiérrez editor de recursos de internet

Contenido
  1. Primera observación: problemas con el riego.
  2. Observación dos: problemas con la fertilización
  3. Observación tres: daño a las raíces