Aries y la terquedad: cómo dejar de discutir y empezar a escuchar

03.11.2024 02:20

Aries y la terquedad suelen ir de la mano.

Como representantes del primer signo del zodíaco, Aries se caracteriza por la determinación y la perseverancia en la consecución de objetivos.

Pero a veces estas cualidades pueden convertirse en una terquedad excesiva y una falta de voluntad para escuchar las opiniones de los demás.

A Aries le gusta ser el primero en todo: el primero en expresar su opinión, el primero en tomar la iniciativa en sus propias manos.

Les gusta sentirse líderes. Pero en el fragor de una discusión, Aries suele insistir en que tiene razón, incluso si es obvio que está equivocado. Esto puede irritar a los demás y dañar las relaciones.

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Foto: Pixabay

¿Cómo puede aprender Aries a ceder a veces y escuchar las opiniones de los demás? A continuación se ofrecen algunos consejos:

1. Toma conciencia de tu tendencia a ser terco. El primer paso es admitir que a veces puedes ser demasiado terco. Obsérvese a sí mismo durante las discusiones y discusiones: ¿está tratando de insistir por su cuenta a cualquier precio?

2. Aprenda a escuchar verdaderamente a su interlocutor. Cuando alguien exprese una opinión diferente, trate de escucharlo realmente y no simplemente esperar su turno para hablar. Haga preguntas aclaratorias para comprender mejor la posición de la otra persona.

3. Acepte que puede estar equivocado. Nadie siempre tiene la razón. Aprenda a aceptar que su opinión es sólo un punto de vista y puede estar equivocada. Ocúpate de ello.

4. No te aferres a tu posición. Si durante la discusión resulta que tus argumentos son débiles, admítelo. No te aferres a tu opinión sólo porque “eso es lo que decidí”.

5. Sea flexible. Intenta ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona. Esto le ayudará a comprender mejor los puntos de vista alternativos y a llegar a un acuerdo.

Trate de controlar sus emociones durante las discusiones. Cuando una discusión se vuelve acalorada, es fácil para Aries perder los estribos y enojarse. Pero esto sólo interfiere con la discusión racional.

Póngalo como regla: en cuanto empiece a enfadarse en una discusión, es mejor detenerla un rato y calmarse.

Pídele a tus seres queridos que te avisen si estás empezando a actuar demasiado terco. A veces no notamos esto en nosotros mismos, por eso es importante contar con personas que con tacto señalen su terquedad.

Y por último, ¡usa el humor! La autoironía le ayudará a soltar el apego a sus propias opiniones.

Hacer una broma sobre tu terquedad puede ayudarte a poner las cosas en perspectiva.

Para concluir, quisiera decir que el deseo de defender la propia posición es normal. Lo principal es aprender a hacer esto con suavidad y respeto hacia los demás. ¡Entonces su terquedad pasará de ser una desventaja a una cualidad valiosa de una personalidad fuerte!

Autor: Elena Gutiérrez editor de recursos de internet