En el Líbano se produjo una nueva serie de explosiones. Un día después de la detonación masiva de buscapersonas contra miembros del movimiento Hezbolá.
Luego, recordamos, según los medios locales, unas 12 personas murieron y unas cuatro mil resultaron heridas.
Esta vez explotaron los walkie-talkies, los teléfonos inteligentes, las radios portátiles, las radios de los automóviles y los paneles solares domésticos.
Según el canal de televisión STV, como resultado de los incidentes murieron unas 10 personas y más de 300 ciudadanos resultaron heridos.
Las autoridades locales dicen que las cifras no son definitivas. Se supone que probablemente crecerán.
Testigos presenciales afirman que se produjeron explosiones tanto en las calles como en edificios residenciales.
Los militares libaneses advirtieron a sus compatriotas: ahora no es seguro estar en las regiones del sur de la capital (Beirut).
Se instó a los ciudadanos a mantenerse alejados de las calles en la medida de lo posible para no interferir con el paso de los vehículos de emergencia.
Las autoridades libanesas también culparon a Israel de las nuevas explosiones, donde, por cierto, recientemente anunciaron el inicio de la siguiente etapa de la guerra.
Tel Aviv informó que las FDI están trasladando una de sus divisiones de la Franja de Gaza a la frontera con el Líbano.
Debido al empeoramiento de la situación, la ONU programó una reunión especial para el 20 de septiembre.