Mucha gente es demasiado modesta en las negociaciones salariales. Los jóvenes, en particular, suelen tener un bajo sentido de su valor.
Un postulante, por ejemplo, puede estar altamente calificado, y luego mencionar casi la mitad del salario establecido para el puesto.
De ahí el consejo: evalúe correctamente su propio valor de mercado y actúe con confianza.
Hay tres consejos: primero, buscar online en diferentes plataformas. Allí podrá calcular las diferencias regionales, así como buscar salarios en empresas específicas.
En segundo lugar, las empresas sujetas a convenios colectivos tienen la oportunidad de revisar los convenios colectivos existentes y comprobar a qué categoría pertenecen.
El tercer consejo, especialmente importante para los jóvenes profesionales, es buscar modelos salariales.
Es decir, gente que conoce el sector y ya está un paso por delante. Deberías preguntarles activamente: ¿Qué salario crees que debería ganar con mis calificaciones? ¿Qué sería posible en una empresa en particular? A partir de estas tres fuentes usted crea el valor de mercado de su negocio.
¿Qué número específico puedes nombrar? ¿Necesito establecer un límite mínimo por adelantado?
Según lo que has investigado, primero debes pensar en el número de Juhu, es decir, el salario real que sería óptimo. Luego debe calcular el número mínimo por debajo del cual simplemente no desea realizar esta actividad.
En este caso, la zona intermedia es aceptable y se pueden negociar otros puntos como mayor formación, más días de vacaciones y otros beneficios.
Las negociaciones salariales sólo tendrán éxito si puedes respaldar tus demandas con datos y hechos.
Es muy importante conocer realmente de antemano el número mínimo aceptable. Desgraciadamente, hay empresas que pagan salarios bajísimos, sobre todo a profesionales jóvenes, con los que es prácticamente imposible llegar a fin de mes.
Es común ver que candidatos realmente buenos ponen un número demasiado bajo desde el principio. Quiero sacudir a la gente y preguntar: “¿Cómo consiguieron un número tan pequeño? ¡Tómate el tiempo para prepararte adecuadamente!
¿Cómo reacciona la empresa ante esto? ¿Se ríe en voz baja porque el candidato quiere tan poco? ¿O el salario deseado se ajustará más adelante?
Por experiencia, las empresas reaccionan de manera diferente. A veces, un futuro empleador indicará: “Esto no forma parte en absoluto de la estructura salarial”. Entonces, por supuesto, podemos decir que el solicitante tuvo suerte. Lamentablemente esto no sucede en todas las empresas.
Puedes hacerte daño si pides un salario demasiado bajo porque las empresas suelen tener cierto margen de maniobra en lo que respecta al salario para un puesto específico.
Si un candidato empieza con un salario muy bajo al principio, le resultará mucho más difícil negociar uno más alto después.
Pero también puedes exagerar. Por lo tanto, es extremadamente importante realizar una investigación exhaustiva con antelación. Por ejemplo, si un aspirante a ingeniero llega a una entrevista con una expectativa salarial de 5.000 dólares, los gerentes de recursos humanos no lo tomarán en serio, lo pondrán en espera cuando revisen las solicitudes y no lo invitarán a una entrevista.
Si nota que no puede obtener el salario de sus sueños, primero debe intentar obtener un número de Juhu. Quizás entonces los gerentes de recursos humanos digan: "Esto es demasiado".
Ahí es cuando realmente comienza la conversación. Luego miras qué otros beneficios podría haber, por ejemplo: más días de vacaciones o la posibilidad de trabajar de forma remota.
La formación avanzada también es un tema interesante, especialmente al iniciar una carrera, porque puede ser importante tanto para el propio futuro como para el trabajo en la empresa. Pero hay que ser consciente de su mínimo crítico, donde hay que ser duro y decir: “Si esto no es posible, lamentablemente tendré que cambiar de empleador”.
Vivimos en tiempos bastante inciertos. Muchos jóvenes profesionales pueden pensar ahora que tendrán suerte si consiguen un trabajo y luego optar por recortar sus gastos.
Sin embargo, antes de la entrevista, es importante comprobar cómo le está yendo a la empresa a la que se postula.
Hay empresas que están pasando apuros por la pandemia. Pero también hay empresas para las que la crisis se ha convertido en una oportunidad. Por ejemplo, en la digitalización o la industria farmacéutica.
Siempre debes tener en cuenta que la empresa que busca un nuevo empleado también tiene un presupuesto a la altura. Para el solicitante, esto significa que trabajar allí también puede recibir una remuneración adecuada. De lo contrario, la empresa no estaría buscando.
Hoy en día, las entrevistas suelen realizarse de forma digital. En este caso, conviene procurarse un ambiente tranquilo durante la conversación y eliminar posibles distracciones.
Una entrevista en video puede incluso ser beneficiosa porque le brinda la oportunidad de documentar visualmente sus logros recientes con una breve presentación. En una conversación personal esto sería más difícil.
Es importante que no espere para hablar sobre el salario hasta que sea posible tener una reunión presencial en la oficina.
En primer lugar, deberíamos hablar de ajustes salariales y no de aumentarlos. Esto sugiere que su salario debe ajustarse en función de su desempeño actual, y no solo porque quiera más dinero.
Entonces deberías plantearte las siguientes preguntas: ¿Cómo puedo crear valor añadido para la empresa? ¿Ayudé a aumentar las ventas? ¿He reducido costes o agilizado procesos en el transcurso de mi trabajo? Pero también pueden haber aspectos como: ¿motivé bien al equipo? ¿He eliminado los conflictos? Su trabajo es explicar cómo agregó valor a la empresa.
No se pueden recomendar motivos privados. Algo como: "Estoy construyendo una casa ahora y necesito más dinero". No amenace con dejar la empresa si no hay más dinero. Al final, se siente más como una amenaza que como una conversación constructiva.
Este podría ser un buen argumento para ajustar su salario si es inteligente y realmente desea permanecer en la empresa.
En este caso, debes acercarte a tu empleador y decirle: “Me gusta mucho estar aquí, me gusta mucho el trabajo, pero ahora recibí una oferta de otro empleador. Me ofrecen un salario más alto.
¿Puedes ayudarme a quedarme aquí con un ajuste salarial en lugar de mudarme? Prefiero hacer eso." El empleador tiene entonces la oportunidad de mantenerse al día y ofrecer, por ejemplo, un ajuste salarial.
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