El mobiliario anticuado de la casa se puede explicar por el estilo clásico o vintage. Pero hay ejemplos en los que esta excusa no funciona.
Los elementos interiores individuales no pueden adaptarse a ninguna tendencia de moda y, al destacarse del resto, arruinan la impresión del gusto de sus propietarios.
Yulia Tychino, experta en diseño e interiorismo de la publicación online "BelNovosti", nos cuenta de qué cosas es hora de deshacerse.
Un conjunto de muebles tapizados, un mueble de pared, una mesa de centro y un mueble para la televisión: todo esto describe el mobiliario de un ciudadano medio de los años 80 y 90.
Los estilistas y diseñadores modernos recomiendan utilizar muebles de diferentes conjuntos, diferentes texturas, materiales, colores y tonalidades.
Pero al mismo tiempo, todo debe lucir armonioso.
Se cree que los muebles tapizados modernos son más resistentes al desgaste, por lo que no conviene cubrir el sofá y los sillones.
Con tapizados abiertos, el interior de la habitación lucirá más moderno y ordenado.
Esto se aplica a estructuras suspendidas en el techo, a diversos tabiques y nichos, a arcos y a otros excesos arquitectónicos.
Nadie sabe por qué es necesario en una cocina típica, pero a finales de los años 90 y principios de los 2000, estas unidades eran extremadamente populares.
Un soporte cromado para gafas era un detalle imprescindible.