El color blanco se considera universal y clásico.
Parecería que esta opción de diseño no puede estropear el interior de ninguna manera. Pero, lamentablemente, éste no es el caso.
Muy a menudo surge una situación en la que el color blanco priva a la habitación de comodidad.
¿Cómo evitar esto? Esta pregunta fue respondida por Yulia Tychino, experta en el campo del diseño y el diseño de interiores de la publicación online BelNovosti.
Un error común es elegir la versión clásica de este color.
A primera vista, el color blanco "ordinario" (si actúa como color principal en el interior) solo trae beneficios: expande el espacio, hace que la habitación sea más luminosa, reduce el nivel de ruido visual y reduce la fatiga visual.
Pero hay un problema: esta opción de diseño convierte una habitación que antes parecía cómoda y acogedora en algo que recuerda a una habitación de hospital.
No resulta muy agradable estar en un lugar así.
La situación descrita anteriormente no es motivo para negarse a utilizar el blanco en el interior.
Solo necesitas hacer que el color principal no sea el blanco clásico, sino algunos de sus tonos.
Buenas opciones: leche, nata, beige. Elija cualquiera de ellos y obtendrá todas las ventajas del blanco (ampliación visual del espacio, concisión, etc.), pero no convertirá la habitación en una "sala de hospital".