Cómo darle una segunda vida a un aparador soviético: no te apresures a tirar un artículo vintage

01.11.2024 12:23

Muchos jóvenes consideran obsoletos los muebles con los que estaban amueblados los apartamentos soviéticos y no quieren verlos en sus casas.

Pero, según la experta de la publicación BelNovosti, la diseñadora Yulia Tychino, algunos elementos de interior populares en la URSS pueden convertirse en una adición elegante y original a la decoración de un apartamento moderno.

Uno de ellos es un aparador, popular en la época soviética. Le diremos qué se debe hacer para integrarlo armoniosamente en el diseño moderno.

Cómo se usaba antes el aparador

El aparador, o como también se le llamaba, aparador, estaba equipado con estantes abiertos o puertas de cristal.

En él, las familias generalmente guardaban figuritas, marcos de fotos, libros, certificados de honor y, por supuesto, platos; la mayoría de las veces en los estantes había juegos costosos que se sacaban solo en ocasiones especiales.

Muebles
Foto: © Belnovosti

El aparador servía como una especie de escaparate donde los miembros de la casa mostraban sus cosas más valiosas.

¿Qué hacer con el aparador ahora?

Si desea conservar el aparador en su apartamento, es necesario restaurar el mueble antiguo.

No te alarmes: no hay nada complicado en este proceso. Todo lo que necesitas hacer es quitar el barniz viejo y agrietado y volver a pintar el aparador.

Elija un color que combine armoniosamente con el interior de la habitación. Si el salón o el comedor está decorado con colores vivos, mantén el aparador en un tono neutro. Si predominan los tonos blanco, lechoso, beige o azul claro, el buffet puede asumir el papel de un acento luminoso.

Además de pintar, también puede agregar iluminación a los muebles; como resultado, las "exposiciones" en los estantes seguramente atraerán la atención de los invitados.

Autor: Elena Shimanovskaya Editor de recursos de Internet.
 
El experto: Yulia Tychino Experto / Belnovosti

Contenido
  1. Cómo se usaba antes el aparador
  2. ¿Qué hacer con el aparador ahora?