Una sala de estar con una decoración luminosa es una clara ventaja. La presencia de colores rojo, amarillo y naranja ayuda a mejorar tu estado de ánimo.
La opción de diseño clásico en blanco o beige también es una buena opción.
Pero lo principal es que el interior no resulta demasiado aburrido ni, por el contrario, demasiado colorido. Para mantener el equilibrio de color, debes seguir la “Regla 60-30-10”.
Yulia Tychino, experta en diseño e interiores de la red BelNovosti, explicó la esencia de esta técnica.
Los números indicados indican el porcentaje que ocupa tal o cual color en el interior del salón.
Es decir, es recomendable utilizar sólo tres colores a la hora de decorar una habitación.
El principal debe ser aproximadamente del 60%, el segundo debe ser del 30% y el tercero debe ser del 10%. Esta es la proporción óptima.
Los colores no deben ser “cercanos”. En otras palabras, no debes usar el gris junto con el blanco. En este caso, el interior lucirá descolorido. Pero puedes combinar el blanco con el negro o el naranja con el azul.
No se recomienda utilizar más de tres colores (salvo pequeños detalles que se pueden quitar en cualquier momento), de lo contrario el interior quedará de mal gusto.