Parafraseando una expresión muy conocida, podemos decir con seguridad que no todos los sofás son igualmente útiles. Para tu interior, por supuesto.
La experta de la publicación online BelNovosti, la diseñadora Yulia Tychino, habló sobre los sofás que definitivamente no tienen cabida en el salón.
En primer lugar, conviene abandonar los sofás verdaderamente gigantes, que carecen por completo de ergonomía y lógica.
El especialista recuerda: para tumbarse conviene utilizar la cama, mientras que la función principal del sofá es sentarse en ella.
Otra antitendencia es un sofá-banco o un sofá-libro, sobre el que a menudo se cuelga una tela informe con un estampado dudoso.
Si ve en una tienda muebles estilizados como objetos reales o animales, ni siquiera piense en comprarlos: un sofá con forma de labios, cactus y otras "perversiones" nunca está destinado a convertirse en el punto culminante del interior.
Además, conviene abandonar la idea de colocar en la sala de estar un sofá de los años 90, cuyas características incluyen una geometría espeluznante y reposabrazos macizos cubiertos con inserciones de cuero sintético o madera.
Por último, deja de lado la idea de hacerte con un sofá tapizado con telas baratas, así como su opuesto, un sofá caro y caro.