Se cree que la forma más sencilla de refrescar el interior de una habitación es limpiarla. Si esto no es suficiente, puedes reorganizar los muebles.
Y solo cuando ya se ha probado todo, pero no hay satisfacción al quedarse en la habitación, solo queda una cosa: la reparación. Para evitar renovaciones, descubre cómo reorganizar los muebles correctamente.
Resulta que este sencillo procedimiento tiene sus propios secretos, de los que depende el resultado final.
Ésta es la pregunta más difícil. Lo ideal es hacer un plan a gran escala. Si se trata de una cocina, entonces es necesario planificar la ubicación de los enchufes, el alcantarillado y las campanas. Una opción beneficiosa para todos en este caso es colocar el comedor cerca de la ventana.
Si hay una sala de estar, puedes mover la mesa allí, y si el espacio no lo permite, puedes tirar algo innecesario.
Hay pocas opciones para maniobrar en el dormitorio. Por lo tanto, sólo queda una cosa por hacer: cambiar los textiles.
La llamada zonificación es una técnica sencilla que permite crear varias zonas en una misma habitación que difieren en funcionalidad. Puede dividir el espacio con muebles: un sofá, estanterías, sillones.
Si decides crear un área de trabajo, elige un lugar junto a la ventana. Puede dejar un lugar para leer en la esquina: deje allí una lámpara de pie y un sillón.
Y si tuvo que mover el televisor, debe intentarlo para que no termine frente a la ventana; el resplandor en un día soleado interferirá con la visualización.
En la esquina no solo puedes amonestar a los niños, sino también esconder objetos voluminosos. Por ejemplo, en un armario de esquina puedes organizar más espacio de almacenamiento y no lucirá tan voluminoso.
Si esto no es suficiente y no hay dinero ni ganas de hacer reparaciones, la forma más sencilla de calmar la situación es cambiar el propósito de las habitaciones. Si el espacio lo permite, puede intercambiar el dormitorio de adultos y el de los niños o considerar otras opciones.