El uso de muebles del mismo tono que las paredes permite “disolver” objetos voluminosos en el espacio.
Según la experta de la publicación online BelNovosti, la diseñadora Yulia Tychino , esta técnica es especialmente relevante para habitaciones pequeñas.
¿Cómo aplicar correctamente este truco en la práctica?
Por ejemplo, si hablamos de armarios empotrados, conviene seleccionar o pintar la fachada para que combine con el color de la pared adyacente.
En el caso de un sofá, vale la pena elegir un tono de tapizado similar, gracias al cual podrás convertir una cama voluminosa en un elemento interior armonioso y, lo que es más importante, casi invisible.
Sin embargo, hacer todos los muebles y decoraciones del mismo color es una mala idea, porque como resultado terminarás con un espacio aburrido y aburrido, como si estuviera hecho de bloques pesados.
Puedes olvidarte de la comodidad en tal situación. Además, te resultará difícil simplemente estar en él.
Por lo tanto, este truco debe usarse para disfrazar elementos interiores masivos, no todos, sino solo uno o dos.