La fascinación por el pasado siempre ha estado de moda. Los objetos antiguos encajan perfectamente en el interior de un espacio habitable.
Pero algunas cosas se quedan atrapadas en algún lugar en la frontera entre el pasado y el presente y, por lo tanto, con su presencia sólo lo estropean todo. Esto es de lo que debes deshacerte primero.
Un banco de esquina es algo cómodo. Puedes tomar una siesta después del almuerzo. Érase una vez uno así en cada hogar. Pero cuanto más pequeña es la cocina, más fuera de lugar parece este elemento.
Si además tiene una pértiga, entonces este es un claro ejemplo de los años 90. Nadie sabe a quién se le ocurrió la idea de que este elemento es necesario en la cocina de un apartamento. Pero el hecho de que el stand ocupe un lugar útil y haya pasado de moda por completo es seguro.
Los críticos no soportan los raros modelos de sofás con respaldos muy exuberantes, cuyas dimensiones son mayores que el propio asiento.
Este es el ejemplo más sorprendente de uso irracional del espacio. Lo peor de todo es que sólo puede haber secciones con puertas de cristal.
Hubo un tiempo en que esta era una opción indispensable para cualquier edificio de Jruschov. Pero no será fácil integrarlo en un interior moderno.
Casi una reliquia como su colega, la mesa de libros. Los modelos con soportes para CD ahora parecen especialmente radicales. Toda esta parafernalia es cosa del pasado gracias al progreso.
Un único estante en la esquina puede resultar funcional. Aquí puedes colocar fotografías, jarrones y cajas enmarcadas. Pero el panorama general definitivamente ya no será completo. Además, el polvo siempre se acumula en los estantes abiertos.