Pocas personas hoy en día se atreven a utilizar cortinas comunes en lugar de puertas de habitaciones. Esto alguna vez fue algo normal. Y en los pueblos todavía hay cortinas en lugar de puertas.
Pero los estilistas no dan tregua y aseguran que esta solución para decorar el espacio no es cosa del pasado.
Las cortinas son adecuadas para habitaciones decoradas en estilo clásico o neoclásico. Al mismo tiempo, intentan elegir una tela monofónica, pero es hora de renunciar a volantes, volantes y lambrequines. Las cortinas pueden decorar habitaciones luminosas decoradas en estilo rústico o escandinavo.
De esta forma se puede dividir el espacio, especialmente si los residentes están obsesionados con el estilo ecológico o los interiores retro. Sin embargo, su finalidad es puramente decorativa. No podrás esconderte detrás de ellos de miradas indiscretas, pero tampoco tendrás que lavarlos como el tul o las cortinas.
Las cortinas que parecen pasta colgante (muselina) son familiares desde la época soviética. También es adecuado para una entrada, pero solo si no tiene exceso de brillantina, cuentas ni pedrería.
Al elegir este tipo de cortinas, es importante tener en cuenta el largo y el ancho. Las cortinas demasiado cortas se verán cómicas; las cortinas largas se meterán bajo tus pies y acumularán polvo. Lo ideal es dejar un espacio de no más de 1-2 centímetros.
En cuanto al ancho, a algunas personas les gustan los pliegues apretados. Al mismo tiempo, el lienzo estirado parece más ligero y menos pomposo.