Los sándwiches con mantequilla y queso son un desayuno estándar y familiar para muchas personas.
Sin embargo, es recomendable rechazarlo, a pesar de su sabor brillante y saciedad.
El caso es que el pan no va bien con el queso.
Además, los gourmets suelen acompañar estos sándwiches con café por la mañana. Y esto es muy malo.
El pan y el queso son la combinación equivocada.
El hecho es que el producto de panadería contiene carbohidratos "rápidos" y el queso es una fuente de proteínas y grasas lácteas.
La combinación de los componentes anteriores tiene consecuencias desagradables.
Pueden ocurrir ciertos problemas con el tracto gastrointestinal. Por ejemplo, puede sentirse pesadez en el estómago.
Así, los bocadillos de queso no deben consumirse en ningún momento del día.
Pero esta comida es especialmente peligrosa por la mañana. El caso es que mucha gente toma café en el desayuno.
Y esta bebida tonificante complica la absorción del calcio que se encuentra en el queso. Como resultado, los sándwiches se ven privados casi por completo de sus propiedades beneficiosas.