El yogur y la fruta son una combinación muy popular y sabrosa que se considera muy saludable.
De hecho, dicha mezcla no es del todo segura para la salud.
El consumo simultáneo de productos lácteos fermentados con frutas dulces conlleva problemas digestivos.
Las frutas son fuentes de ácidos que interfieren con la digestión de los productos lácteos.
Así, una persona que consume yogur con frutas dulces puede afrontar problemas relacionados con el tracto gastrointestinal.
Es posible que surja una consecuencia tan desagradable como la aparición de una reacción alérgica.
Por eso, intenta abandonar el hábito de comer yogur con fruta, a pesar del sabor brillante de esta combinación.
En tal situación, conviene limitarse a comer productos lácteos fermentados con frutos secos.
Consuma yogur con ciruelas pasas o orejones. Esta combinación resulta muy apetecible y al mismo tiempo bastante segura para el tracto gastrointestinal.
Y es recomendable que hablemos del yogur griego, que es bajo en calorías y bajo en hidratos de carbono.