La sandía y el melón difieren ligeramente en sus propiedades beneficiosas, pero no es necesario elegir uno.
Los nutricionistas recomiendan encarecidamente incluir ambos productos en su dieta.
No tiene ningún sentido comparar la sandía y el melón; sus propiedades beneficiosas difieren ligeramente.
Gracias a la gran cantidad de agua en su composición, la sandía y el melón previenen la deshidratación, ayudan a eliminar sustancias nocivas del organismo, mejoran la digestión y el estado de la piel.
Vale la pena elegir el melón si tiene problemas de visión o enfermedades oculares.
El melón contiene luteína y zeaxantina, que previenen la pérdida de visión relacionada con la edad.
No se recomienda consumir sandía y melón si se padecen problemas renales, diabetes, gastritis y úlceras de estómago.