A las manzanas se les suele llamar “frutos de la salud” porque contienen una gran cantidad de vitaminas y antioxidantes.
Además, las manzanas contienen fibra, que estimula la motilidad intestinal, tiene un efecto beneficioso sobre la función cardíaca y ayuda a reducir los niveles de colesterol.
Y realmente te beneficiarán, sólo si los comes correctamente.
Esto significa que no se recomienda estrictamente consumir manzanas enteras.
La razón es que las semillas de estos frutos contienen amigdalina, un compuesto mortal.
La sustancia, por cierto, está presente no sólo en las semillas de las manzanas, sino también en las semillas de las cerezas, las almendras, las ciruelas y muchas otras plantas que pertenecen al género de las ciruelas.
La intoxicación leve por amígdala se caracteriza por dolor de cabeza y náuseas, mientras que los casos más graves se acompañan de cianosis, convulsiones y pérdida del conocimiento. A veces, el envenenamiento por amígdala es fatal.
Y aunque no está determinada con precisión la cantidad de manzanas que se comen enteras, que pueden ser perjudiciales para la salud, no olvidemos que sus semillas, aunque en pequeñas cantidades, contienen veneno.