Rico en proteínas y calcio, el requesón es el alimento favorito de muchas personas que buscan una dieta saludable.
A menudo se añade a diversos platos, mezclado con frutas, verduras y otros ingredientes.
Sin embargo, no todas las combinaciones son beneficiosas y pueden resultar perjudiciales para la salud. ¿Qué alimentos no se pueden mezclar con requesón?
El requesón y las frutas ácidas como el kiwi, la piña y los cítricos pueden no ser la mejor combinación.
El ácido contenido en estas frutas puede reaccionar con la proteína de la leche, provocando que ésta se cuaje y forme grumos.
Esto no sólo hace que el plato sea menos apetecible, sino que también puede provocar molestias estomacales. Esto es especialmente cierto para personas con digestión sensible o propensas a la gastritis.
Tampoco se recomienda combinar requesón con alimentos salados y ahumados.
El requesón en sí tiene un sabor neutro o ligeramente ácido, que no armoniza con las intensas notas de sabor de los productos salados y ahumados.
Esta combinación puede sobrecargar las papilas gustativas y crear una sensación desagradable en la boca. Además, el exceso de sal puede afectar negativamente a la función renal y aumentar la presión arterial.
El requesón, especialmente si es descremado o bajo en grasa, no debe mezclarse con alimentos ricos en grasas saturadas, como carnes grasas o mantequilla.
Esta combinación puede ser demasiado dura para el sistema digestivo y dificultar la absorción de nutrientes.
Es mejor elegir combinaciones con alimentos que contengan grasas saludables, como nueces o aguacates.
El alcohol y el requesón son una combinación indeseable. El alcohol cambia la estructura de la proteína de la leche, haciendo que el requesón sea menos nutritivo y digerible.
Además, la combinación de alcohol con productos lácteos puede afectar negativamente a la microflora intestinal y provocar malestar estomacal.
Tampoco se recomienda mezclar requesón y verduras con almidón como patatas o maíz.
El almidón de estos alimentos puede provocar fermentación en el estómago, provocando hinchazón y malestar.
Es mejor combinar el requesón con verduras sin almidón, como pepinos, tomates o verduras, que son más fáciles de digerir y contribuyen al funcionamiento normal del sistema digestivo.
El azúcar y los dulces en combinación con el requesón pueden aumentar los niveles de glucosa en sangre y contribuir al aumento excesivo de peso.
Aunque a muchas personas les gusta añadir azúcar o mermelada al requesón, es mejor utilizar sustitutos naturales como la miel o fruta fresca.
Esto preservará las propiedades beneficiosas del requesón y mejorará su sabor sin calorías adicionales.
Aunque el requesón en sí es un producto lácteo fermentado, combinarlo con otros productos lácteos fermentados, como el yogur o el kéfir, puede provocar un exceso de ácidos en el estómago.
Esto es especialmente cierto para personas con alta acidez o gastritis. Es mejor comer requesón solo o en combinación con alimentos que neutralicen el ácido.
Las bebidas carbonatadas y el requesón son otra combinación indeseable. Los refrescos pueden causar hinchazón y malestar, especialmente cuando se combinan con productos lácteos.
Además, los ácidos contenidos en las bebidas carbonatadas pueden cambiar la estructura del requesón, haciéndolo menos apetecible y más difícil de digerir.
Es mejor beber agua, infusiones o jugos naturales que no provoquen tales efectos secundarios.
Anteriormente os dijimos cuál es más sabroso : el salmón o la trucha.