El aguacate es un superalimento muy conocido con alto contenido de ácidos poliinsaturados, fibra y vitamina B.
Si quieres conservar todos estos nutrientes, lo mejor es comer aguacates crudos.
Si te gusta el sabor natural de la fruta y su textura aceitosa, puedes comer la pulpa directamente con una cuchara.
Alternativamente, pela y corta la fruta en rodajas, luego colócala en un plato con verduras o sobre una tostada untada con queso crema.
Para mejorar el sabor del aguacate, puedes verterlo con jugo de limón o naranja o agregar sal gruesa, especias aromáticas y otros condimentos.
A quienes no les guste la textura del aguacate deberían intentar usarlo para hacer guacamole.
La pulpa fresca también es apta para hacer paté.
Por último, puedes utilizar la parrilla o el horno: los aguacates fritos o al horno seguramente agregarán variedad a tu dieta.
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