Muchas personas intentan no comer por la noche por temor a que los refrigerios nocturnos afecten negativamente a su peso.
Sin embargo, saltarse una cena tardía también puede ser perjudicial.
Te contamos quién no debe negarse a comer antes de acostarse.
En primer lugar, evitar los refrigerios vespertinos puede afectar negativamente la calidad del sueño.
Los nutricionistas aconsejan a quienes no pueden dormir por hambre que coman alimentos bajos en calorías.
Según las investigaciones, las personas con diabetes tipo 1 y con problemas de almacenamiento de glucógeno no deberían renunciar a los refrigerios vespertinos.
Además, quienes quieran desarrollar masa muscular no deben acostarse con el estómago vacío; un déficit calórico prolongado provoca la degradación muscular.
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